caballo percheron
El caballo percherón destaca por tener la cabeza elegante que se ensancha entre los ojos, tienen una gran cola larga y muy espesa y un torso robusto, sus patas son cortas pero muy fuertes y están dotadas de unos cascos muy duros. Son resistentes a la mayoría de las condiciones climáticas y si se les traslada a otros
climas se adaptan con facilidad y rapidez.
Su alzada va desde 1,50 a 1,62 que pueden medir las yeguas, hasta 1,70 que pueden llegar a alcanzar los machos. Por lo general suelen ser de capa torda o castaño oscuro. A esta raza se la conoce por su buen carácter, su docilidad y su espíritu trabajador. Tienen fuerza y son rápidos en sus movimientos. Las tareas que se les suelen encomendar son: el tiro, la agricultura, el transporte y la crianza.
Cuello corto, ancho y musculoso, ligeramente arqueado. Crin abundante. Cruz prominente. Espalda inclinada y musculosa. Pecho ancho y profundo. Dorso firme. Grupa amplia y redondeada (puede ser doble). Inserción alta de la cola. Extremidades cortas y muy musculosas y cascos grandes y resistentes.
Bastante alargada, pero armoniosa y expresiva. Mejillas robustas y pequeñas en comparación con las dimensiones del animal. Frente ancha y orejas muy móviles y cortas, dirigidas hacia delante. Ojos grandes y mirada generosa. Perfil recto u obtuso. Grandes ollares.
Existen dos variables distintas. La pequeña (para tiro pesado rápido) presenta una alzada a nivel de la cruz comprendida entre 1,50 y 1,65 m. La grande (tiro pesado) tiene una estatura entre 1,65 y 1,80 m.
Se aceptan todas las gradaciones de negro o gris. El gris tordo y el negro azabache son muy apreciados. El morcillo o el roano se encuentran ocasionalmente. Peso Entre 500 y 800 kg. los pequeños y entre 700 y 1.200 kg. los grandes.
Resistente, enérgico, inteligente, dócil, trabajador y (como casi todos los caballos) tozudo.
Por su impresionante corpulencia, puede llevar pesados carruajes, transportar más de 25 personas y arrastrar toneladas de peso. Por otro lado, gracias a su resistencia puede recorrer una media de 60 kilómetros al día. En el siglo XIX, el percherón “grande” fue utilizado incluso para el tiro de ómnibus urbanos. A pesar de sus impresionantes medidas, el percherón no carece de gracia en sus movimientos. Su flexibilidad y agilidad son notables, como ha demostrado en numerosos espectáculos realizando todo tipo de saltos, pasos y piruetas. Muchos percherones son utilizados en el volteo por su gran docilidad y temperamento tranquilo.